domingo, 2 de junio de 2013

FIDEUA, COMERSE UN PEDAZO DE HISTORIA

Art. de Víctor José Viciano Climent. Sólo puedo darle las gracias a mi hermano por este artículo, por sacar  a la luz nuestra historia. La verdad sólo tiene un camino...

¿Veraneas en la Playa de Gandía? ¿Conoces su gastronomía? ¿Nunca has comido Fideuá?
Aquí te cuento su Historia, leyendas, anécdotas y chorradas, además de ofrecerte la receta de la verdadera Fideuá.


Ahora a la Fideuá de Gandía resulta que le ponen de mascota a un "Fideuet".

Señores organizadores de la Fideuá de Gandía:

1º El fideo de la Fideuá de Gandía es un fideo gordo y curvo, del nº 8 y hueco por dentro.

2º si el fideo ni es gordo ni es curvo ni está hueco, si no es del 8, no es Fideuà es una "fideada".

Señor Alcalde, eso es la Fideuà, nos gusta gordo porque el tamaño sí que importa y pónganos un buen fideuot, mariconaes... poques!

Va a ser usted el Alcalde del Fideuet, y ya sabe lo que eso significa, porque en humor aquí no nos quedamos atrás, no quiero pensar en las próximas Fallas 2014 lo que le pondrán a usted en la entrepierna... ¿un fideuet?

María Martínez y Batiste "Barrina"
Todo es cuestión de saber promocionar las cosas y aquí nos lo comemos todo con solo cambiarle el nombre.




A nuestros políticos les vale cualquier cosa con tal de dejar, como decimos el pixavins, "la seua cagueraeta" para siempre.

Es una lástima que solo hubiese un Sinibaldo Guitiérrez Mas, para más inri, Diputado por el distrito de Gandía en Cortes durante el Sexenio Democrático y Subsecretario del Ministerio de Hacienda y Gobernador Civil de las Islas Canarias. Él trajo economía a nuestra Ciudad construyendo el Puerto de Gandía bajo el reinado de Alfonso XII, que se convertiría en el más internacional de España, foco de trabajo, como supo también industrializar la ciudad con el acuerdo para la explotación del ferrocarril inglés, infraestructuras que en parte financió de su bolsillo y que se otorgó bajo la regencia de Maria Cristina de Habsburgo.

Laboratorio de Fontilles, formación en Leprología
Casi es D. Sinibaldo el único Alcalde bueno, solo superado por el Alcalde y pro-hombre el Señor de Tormos D. Joaquín Ballester Lloret (en proceso de Beatificación)  que ha tenido la Ciudad Ducal, quien trajo infraestructuras como el tren desde Cullera a Dénia pasando por Gandía, el intento de  conversión en vía ancha del tren Carcaixent - Gandía - Dénia, la Leprosería de Fontilles, empedró la carretera de Gandía al Puerto para facilitar el traslado de mercancías, intentó que el Puerto dejase de ser británico y retornase a dominio español, constituyó Cajas de Ahorros y Centros Educativos, un revolucionario de su época que luchó por los pobres y los trabajadores junto al jesuita Padre Carlos Ferrís Vila. La vinculación de Casa Barrinase daba tanto en alimentos como economicamente para el Sanatorio directamente o a través de los Jesuitas, recuerdo a algún vecino leproso con quien yo jugaba de pequeño en el mareny -cerca del Clot de la Mota- y a quien luego tuve ocasión de asistir en sus períodos de ingreso en el mismo Sanatorio, de esta zona eran bastantes los enfermos que allí fueron confinados unos, atendidos otros y algunos allí murieron.

2ª izquierda: Maricarmen, Centro: Angel, 2º derecha: yo
Y, como no, obligado referir al Alcalde de Gandía nacido en el Grau, Marcelino Pérez Martí, un Alcalde de nuestra ciudad que sufrió la Guerra Civil en la que fué fusilado a los pocos meses; un hombre íntegro, querido por todos, tanto de derechas como de izquierdas, una persona creyente, republicano y "rojo" cuyo único delito fue hacer el bien y defender y cobijar a conciudadanos de ambos bandos. A él le sucedió como Alcalde de Gandía un sindicalista de UGT, el alcalde Benjamín Bravo Morales, de la "Checa" de Gandía ubicada en las Escuelas Pías, una de las peores durante la Guerra, como recogen los documentos de ambos bandos. Marcelino y su familia vivían en una casa a escasos metros de Barrina, él salvó a numerosas monjas y curas durante el tiempo de incivilidad previo y durante la contienda; Marcelino era portuario -estibador del Puerto de Gandía-, y militante de la confederación anarquista, su esposa Amparito se trastornó al no poder soportar el asesinato de su amado esposo y su hija Mari Carmen, ya Teniente-Alcalde del Ayuntamiento de Gandía en el período democrático con el PSOE, ha sido una fiel seguidora de los pasos de su padre y por ello es muy querida en la población. Gandía reconvirtió el "Cuartel de Carabineros" del Grao en "Centre Social Marcel·lí Pérez Martí", en el que el 14 de diciembre de 1986 se constituyó la primera Junta de Distrito de la ciudad de Gandía, formando parte de la misma Ángel Sánchez (entonces Teniente de Alcalde, que ascendiendo desde abajo logró el puesto de Director del Hotel Bayrén), un concejal de cada partido representado en el Ayuntamiento de Gandía, Mari-Carmen Pérez, Juan Aparisi (querido grauero y magnífica persona que ha movido a título personal y como representante de los vecinos cielo y tierra en favor de nuestro Grau y Playa, preocupado por las necesidades de sus vecinos, aunque ahora lamentablemente esté olvidado en la memoria, ¡porque se merece una calle!), y un servidor por "confianza" del entonces Alcalde socialista D. Salvador Moragues y además con el beneplácito unánime de todos los partidos.

Això eren uns bons Alcaldes!

UNA FIDEUÁ 
ENTRE LEYENDAS E HISTORIETAS

barcas de remo y, al fondo, a motor
Que remonta su creación al año 1902. Las barcas del Puerto del Grao de Gandía que pescan en "alta mar" entre nuestra costa e Ibiza, con frágiles esquifes hasta llegar a las modernas barcas de hoy, que siguen laborando en pesquería de bajura con redes y sedales que rastrean el fondo del mar costeando y acercando todos los días su captura a la lonja del pescado, está en contraposición a la "pesca de altura o de alta mar" que se desarrolla en los mares océanos o en pleno Mediterráneo; aquí, aunque se hacen mar adentro, raramente llega alguna barca de pesca a tierras de la cercana Eivissa, aunque a la isla Pitiusa se aproximen bastante, sabiendo todos, al hacerse mar adentro, que el Mediterráneo es el mar más traicionero sobre la faz de la Tierra.

Cuando la ignorancia es atrevida

Hay quien osa decir que "todo el mundo sabe que el fideo gordo y hueco no es el de la Fideuá", cuando todos sabemos que es el único de fideuá el curvo con agujero en el centro y como así defienden grandes entendidos en el arte del buen yantar: el agujero permite que penetre el caldo y logre un plato más sabroso.

Los "espaguettis al pesto" no se hacen con macarrón, tampoco los fideos "cabello de ángel" sustituyen a los tallarines, ni los panzerotti sustituyen a los ravioli, ni es lo mismo una chuleta de cerdo que una chuleta de cordero, ¿verdad?; pues del mismo modo ningún fideo ni espaguetti sustituye al fideo del "número 8".

Guisar el fideo del número 8 requiere una especial atención que un fideo sin agujero ni caracol del tipo espaguetti roto no tiene, es más fácil cocinar sin dificultad, por lo tanto... recomiendo a los "cocineros" guisar macarrones en lugar de espaguettis y arroz a la cubana en lugar de paella valenciana, más que nada por evitar el grado de dificultad. Es curioso que mientras en las casas valencianas se cocina la fideuá con los de agujero, los profesionales dejan de serlo para hacerla con "espaguettis cortados" y ya puestos, sustituyamos el caldo de morralla y pescado de roca frescos por una pastilla de "Starlux" o "Maggi" o "Gallina Blanca - Fideuá", por un tetrabrick de "Caldo Aneto" o sustituyamos todo el guiso por un pre-cocinado "De Irene". Y ya pasemos a ser "nu maccarune senza pertune".

¿Quién comercializa el fideo del número 8? Entre otras lo hace la marca "Hacendado" de Mercadona, "Pastas Gallo", "La nona Bonetti" bajo la denominación "fideo de Fideuá", y solo puede usarse pasta de primera calidad.

Los fideos, que son de origen chino y allí se ha encontrado una vasija con fideos de una antigüedad de 4.000 años en excavaciones de Río Amarillo, dieron su paso en Italia al fideo grueso y agujereado de la región del Lacio siendo las Legiones Romanas las que lo trajeron a la Península y con la dominación árabe estos alcanzaron desarrollo gastronómico como así consta en el siglo XII por el escritor ibérico-musulmán Ibn Baytar, en vulga lingua valentinae y en peno Siglo de Oro de la Lengua Valenciana se escribió  por el Notario valenciano Joan Esteve su "Liber elengatiarum" del que ya se habla de los fideos en glosa literaria, y que aparecen recetados en el primer libro de cocina escrito en el Viejo Mundo -escrito en valenciano en siglo XIV- que se titula "Libre de Sent Soví", extendiéndose su uso en el recetario de los pobres y de los ricos del siglo XVIII y XIX, un alimento que entre la nobleza italiana era signo de alto status social, y que aquí se comía alternándolo en la costumbre diaria con un día de arroz, otro día lentejas, otro fideos..., no era una comida despreciada ni por pobres ni por ricos, ¡todo lo contrario! -de hecho el "puchero valenciano" se comía y come con arroz o con fideos, alternando- algo que se aprecia en los numerosos "plats de calent" y "de fideus" que tenemos en esta tierra, y que formaba parte de la sopa conventual en los días de abstinencia o para el ayuno y alimento de los ancianos, pequeños y enfermos, precisamente por su bondad culinaria y que los Sanjuanistas servían en platos de plata a "nuestros señores los enfermos".

La versión de Paco 
Con Felipe Perles, Sanjuanistas y Alcalde de Tortosa
no cuenta que el "inventor" realmente fue a Casa Barrina a preguntar cómo la hacía María "La Tellola" conocida también como "María la de Barrina", es algo que cuento a continuación con profusión de detalle, la Historia.

La versión que se dió por buena para construir la "leyenda" de la Fideuá acabará haciéndose realidad con Paco Martí "Paco l' Alcalde", pedáneo del Grau (Grao y playas), la explicación que me dieron mi buena amiga Rosario Santiago Ferrer, alma mater del Turismo de Gandía y del Concurso Internacional de la Fideuà, y de mi íntimo amigo Felipe G. Perles Martí, a la sazón Cronista Oficial de la Ciudad de Gandía e Historiador e impulsor del Concurso Internacional y del Jumelage con Laval, fue muy clara: "decir que ha nacido en la cocina de un bar no es nada bucólico, lo poético era fraguar la leyenda marinera", ambos en su momento me invitaron a contar la historia familiar y así dar pie a la desmitificación elaborada, mi abuela María y mi madre decían que eso podía suponer echarse en contra a "alguien" del pueblo aunque todos supiesen lo que había y yo andaba en otros menesteres.

pues que una página web dedicada a publicitar el turismo de la Safor ponga una receta de una fideada y la haga pasar como Fideuá tiene delito.

Dice mi hermana muy ufana que una Fideuá sin fideos del 8 y como la que sigue "ni es fideuá ni es nada". Que Arguiñano quiera ser el más gracioso de la tele, vale, pero de ahí a poner fideos del número 3, puerro (¡¡!! ningún plato gandiense cocina puerro) y otras sandeces demuestran su falta de conocimiento del plato típico de Gandía -por mucho que se haya publicado una receta y un interés extraño en publicitarse; ¡si mis abuelos o los "otros inventores" levantasen la cabeza!!! Este año, en la 39ª Edición, los titulares de prensa anuncian que Karlos Arguiñano y Bruno Oteiza cocinarán la auténtica Fideuá, cosa que dudo ya que el transportista vasco no sabe ni los ingredientes que lleva a tenor de la receta que publica. Sobre los puerros, solo un "castellá" los usaría en la fideuá, porque ni la paella ni la fideuá llevan puerros, un valenciano !jamás de los jamases! o como decimos nosotros "mai!"

Y ahora hagamos un poco de

HISTORIA seria de la FIDEUÁ.

altos funcionarios en Casa Barrina
Había terminado la Guerra Civil española, el Puerto de Gandía era una Colonia Británica como lo es Gibraltar aún hoy y se había convertido con el tiempo en el primer puerto exportador de España, además contaba con unaLinea Ferroviaria que unía Inglaterra con Alcoy haciendo uso de las máquinas de vapor más potentes del momento y utilizando los vagones de pasajeros más modernos de la época; la Playa de Gandía era "la Placha dels alcoyáns" gracias al trasiego del serpenteante tren que unía Alcoy con el Grao de Gandía.

Con los buques mercantes extranjeros venidos desde el confín del Mundo, el Grao se mezclaba de idiomas extraños y gentes de extrañas costumbres, ellos y ellas de belleza rubia y blanca contrastaban con los típicos rasgos íberos de los moradores de estos poblados marítimos hasta los que acudían centenares de hombres y mujeres provenientes de tierra adentro, "els castelláns", daba igual si venían de Sevilla o de Extremadura o de León o de las Vascongadas, no hablaban la lengua de aquí, también estaba "els forasters" que desde otros puntos de la Península y del Levante acudían a nuestro Puerto a trabajar en la estiba, en los cientos de carros tirados por animales -con la modernización se convirtieron en camiones- que hacían cola desde los tinglados del Puerto hasta el centro de la Ciudad Ducal para cargar y descargar las mercancías y aquí se dividían entre "els d' un Grau i els de l' atre Grau" separados por el puente sobre el Barranco San Nicolás convertido en estuario internacional. 

sentado Sancho, Barrina y de claro Beltrán en Benidorm
El Hotel Bayrén todavía no se había comenzado a construir,Vicente Calderón y el Gobierno de Franco no habían proyectado aún la Playa de la Jet-set que debía de ser y de la que únicamente se  construyó la parte trazada que hoy existe de la Colonia Ducal, la Iglesia de San Nicolás (del insigne Ingeniero D. Eduardo Torroja y el Arquitecto D. Gonzalo Echegaray, bajo la batuta del Cura Ecónomo D. Juan Miñana) y la Fundación Benéfico Docente Patronato María de los Ángeles Suárez de Calderón (Colegio Calderón, el único en el que no se cantaba el "Cara al sol" y se izaba a diario la bandera del Estado Vaticano y la Senyera valenciana en tiempos de la Dictadura) y que al final acabó construyéndose en Marbella con Jaime de Mora y Aragón y Gunilla von Bismarck; solo había en la misma playa un Restaurante o como se llamaba entonces, un merendero, "Casa Barrina", el primer restaurante de la Playa de Gandía y el primer alojamiento para turistas venidos del norte de Europa. Mi abuelo, junto al empresario Constructor Sancho y el Arquitecto Beltrán se desplazaron a la incipiente ciudad de Benidorm para ver la obra que estaba llevando a cabo el el Alcalde Pedro Zaragoza y analizar qué se podía "copiar" para la nuestra, en tanto los alcaldes gandienses solo tenían una preocupación: tapar con albornoz a los bañistas.

Pero... rebobinemos un poco en el tiempo.

María Martínez Puig 

María Martínez Puig, oriunda de Rótova en donde se le conocía como "María La Tellola" y de la familia "dels Puchos", era propietaria (del modo que una mujer de entonces podía serlo) y cocinera de Casa Barrina, nos situamos en el año 1930. Recién casada, el trabajo en las "Gaseosas La Gandiense" de su marido Barrina hizo que se cogiese los trastos y a mi tío para venirse a la Playa de Gandía, ¿tenía alma de empresaria?, era valiente, con Batiste se quedó el "Merendero del Prunero" y lo reconvirtió en "Casa Barrina" como Merendero, Restaurante y Habitaciones turísticas, en ello estaba cuando vino mi madre al mundo y unos años después la Guerra Civil.


De aquél Puerto se podía vivir y se podía vivir bien, el Tren también traía a cientos de veraneantes y no dejaban de pulular empresarios por los negocios nacionales e internacionales que se fraguaban en nuestro pequeño pueblo. Mi abuela que era una mujer fuerte y a la que nada arredraba, supo convertir aquel merendero en un referente culinario y en el lugar preferido de muchos turistas. De sus fogones salían frutos del mar, pescados, verduras, cocina típica de la tierra, con un toque especial y con el secreto de familia que le daba un toque peculiar y característico al sabor de sus platos, aún recuerdo que condimentaba con canela el arroz de la paella, cual legado familiar de la herencia culinaria árabe que alcanzaba el siglo XX. Mi yaya era una mujer piadosa que siempre tenía jamones y paellas que llevar a la Beneficiencia del Beatet, para ella -como han reconocido los curas del Grao y las Franciscanas- no había lugar para la crítica ni para el hambre; recuerdo que siempre hablaba en valenciano a sus trabajadores y trabajadoras, se hacía entender en su lengua por todos y todos le entendían, al fin y al cabo el valenciano era su lengua, la lengua de sus padres y de sus hijos.

S. M. el Rey del Truc llamaban a Batiste "Barrina"

Juan Bautista Climent Costa, oriundo de Borró (Serpis arriba, partida entre Rótova y Almiserat), era conocido como "Barrina" y venía de la familia "dels Moliners de Borró", vino con mi yaya a vivir a Gandía ya que le habían llamado sus amigos y propietarios de "Gaseosas La Gandiense" para que trabajase en la empresa, estando ahí se decidió a arrendar los terrenos del tío Salvador "El Prunero", quien a raíz de la Guerra Civil se marchó con su esposa Felisa a vivir a Estados Unidos y era la cuñada de este, Presentació, que a los años construyó el Hostal Week-End para acoger a los turistas alcoyanos, la que pasaba a cobrar el alquiler del terreno, junto a la orilla del mar en lo que más tarde se convirtió Paseo Marítimo de Neptuno nº 1 esquina Dique Norte, era ese el año 1930, Barrina había nacido con el siglo, con el auge de la exportación en los años 50 se convirtió en el ebanista del Puerto inglés, normalmente trabajaba en el interior de los Tinglados y, si se producía alguna rotura en las cajas que ya estaban dentro de la bodega del mercante, bajaba y se metía en ella para proceder a la reparación. Era un duro y bien remunerado trabajo, entonces se ganaba mucho dinero en el Puerto con los Buques Mercantes y el Tren "dels Inglesos o del Carbó", pero en mi casa le recuerdan hasta pasar 3 días sin regresar al hogar, durmiendo como otros muchos portuarios en los mismos tinglados, cuando su casa estaba en la otra orilla del Puerto, es decir enfrente de casa. Esos días era mi yaya la que lo llevaba todo al frente ayudada de mi tío Juanito y de mi madre (Rosarito la Barrina). Mi yayo era un reconocido jugador de "Truc" y de "Pilota" Valenciana por toda la Región.


Pedro Viciano en el centro
Mi otro abuelo, "el pare", era Pedro Viciano, conocido como "Rosquilla", el Encargado del Puerto inglés para bien y para mal, no voy a dejar aquí la frase que tantas veces oí en mi casa ni lo haré por respeto a la familia y a los graueros (que muchos saben a lo que me refiero). Hombre duro, flaco, mujeriego, como decimos aquí "chicotet pero valent" (y de quien me llegó a hablar una joven amiga de Carlet que era profesora en La Via Joiosa cuando yo residía en Benidorm y a cerca de lo que de él recordaban); Rosquilla era muy bueno en los negocios y en el manejo de los trabajadores, hombre de confianza de los Consignatarios de Buques, de bombín y capa, se paseaba por los muelles y el teléfono de su casa -en la que tenía el despacho- era el número 13. Cuando llegó la Guerra Civil lo encarcelaron tanto los Republicanos como los Nacionales y se pasó gran parte de la contienda en el buque-prisión que estaba fondeado en la Bahía de Valencia. En el Puerto de Gandía caían incesantemente bombas pese a que era territorio extranjero y se hallaba pintado con la "Union Jack", la británica Bandera de San Jorge que señalaba que era terreno de Su Graciosa Majestad Edward VIII Rey del Reino Unido de Gran Bretaña e irlanda y Emperador de la India, pero a la aviación fascista italiana no le importaba eso mucho y llegó a bombardear hasta 34 veces en el mismo día, dejando caer su letal carga como si fuera confeti.

Pedro "Rosquilla" era quien seleccionaba a los portuarios que deberían acarrear procesionalmente el Viernes Santo con el Paso del Santo Sepulcro en Gandía y a trasladar desde el Grao hasta Gandía el Paso del Descendimiento. Los Consignatarios de Buques del Puerto eran diversos y de diversas procedencias, por poner un ejemplo: la viuda de Artemio Navarro y Miguel Boronad -socio de su esposo- formaron la sociedad heredera Viuda de Navarro & Boronad,  ella formaba parte de la familia Paris, los propietarios del Palacio Paris de Gandía, hoy Colegio Abecé, que a su vez eran propietarios del Peñón d' Ifach en Calp, quienes tenían una flota de 7 barcos, hicieron una gran fortuna en la I Guerra Mundial y entre otras cosas se dedicaban al comercio internacional y a la trata -según apuntan los mayores del pueblo- así como a una industria diversificada y que tenían costumbre de venir a Casa Barrina para usar las habitaciones cuando iban a tomar el baño al Puerto, ya que en aquella época se tomaba "en el moll y no en la placha", la italiana lucía un alto moño motivo de mofa y befa por gente sin cultura, ella siempre andaba acompañada de una sirvienta y eran clientes habituales de Casa Barrina, -los herederos de Viuda de Navarro y Boronad a día de hoy siguen en la actividad-, de Alcoy vino al Grao Consuelo Cabanilles con sus pequeñas (Carmen, Marisa y Consuelito), era la única mujer consignataria que en aquellos duros años de pos-guerra y gran tráfico portuario en el Grao se atrevió a la comercialización de la naranja y su exportación en barco (con FESA), con su "apuntador" Larita abrió el Restaurante La Boya y su hija Marisa -por encargo de su hermana Consuelo- llevó adelante la memoria de su madre en donando una imagen de 3'5 toneladas de mármol blanco de Macael de la Virgen del Carmen para culminar -según el proyecto inicial arquitectónico- la fachada posterior del Templo de San Nicolás y que mira al Puerto, obra realizada por el escultor José Hurtado y dirigida por mi en su contratación y realización (en el concepto icónico y artístico) bendecida por el Obispo Benavent el 11 de Noviembre de 2006;  otro Consignatario era del Grau: eran los "Monzó", familia humilde del pueblo pero con gran visión de negocio y que acabó convirtiéndose en una familia de las más adineradas de Gandía, fue una época de grandes construcciones de chalets con escaleras imperiales, en donde las fiestas de gente rica y los saraos se sucedían uno tras otro, en cuyas casas de la nobleza se veía en pleno agosto a los lacayos y sirvientas de uniforme y guantes, llegando hasta las grandes fiestas en "La Cavada", el inmenso chalet con jardines y piscina del magnate Vicente Calderón, Presidente del C.F. Atlético de Madrid. Gandía, en aquellos años de esplendor del muelle, reunía a la flor y nata del país en las grandes casas de los nobles y ricos de la ciudad, mansiones hoy desaparecidas en mor del urbanismo ramplón y unos Alcaldes que no han velado por nuestro Patrimonio. El Grao de Gandía lucía la Bandera holandesa del Vice-consulado que el Reino de Holanda tenía en nuestra ciudad y cuyo cargo ostentó Boronad hasta su fallecimiento a título honorario.

en el mostrador de Casa Barrina
En Cullera, y por un momento cambiamos de localidad, estaba un armador conocido como "El Polit", tenía barcas de bajura en Cullera y en el Grao de Gandía, de ellas vivía y con ellas se alimentaban unas cuantas familias, como era costumbre y lo ha sido hasta ahora, una parte del jornal lo pagaba con el pescado antes de procederse a la subasta en Lonja, era la parte del pescador y que variaba según la tarea que cada uno desempeñaba, tenían pescado por castigo y de él se alimentaban hasta aburrirse, era lo que había para el trabajador, la solución era vender "la parte" a otros vecinos y así poder adquirir otros productos alimenticios necesarios para la familia. El Polit era un gran amigo de Barrina y en nuestro Puerto contaba con la mejor barca de aquella época -nada que ver con las de motor que cuestan millones hoy en día, pero la mejor-, mi yayo todos los días salía al dique y les esperaba frente a Casa Barrina para gritarles "ahí va la millor barca del Grau i del mon, la mes bonica!" y los pescadores le gritaban en respuesta "Casa Barrina, la millor cuina del mon!" y así se cruzaban chanzas a diario al regreso del duro trabajo; el Grao no tenía barcos para la pesca en alta mar, vamos, ni en sueños, por mucho que algunos así se empeñen en contarlo, nuestras barcas, como ocurre hoy, son costaneras, las hay que cogen la pechina cerca de la orilla, las hay que cogen el pescado en la bahía, pero de alta mar ni antes ni ahora salvo que entendamos por alta mar el espacio con Ibiza, eso sí marineros graueros embarcados en mercantes extranjeros los había a mansalva, pues huían del hambre y esta les llevaba al otro lado del Atlántico. La amistad del Polit y mi yayo Barrina se ha ido perpetuando familiarmente y hasta hoy se mantiene el gran cariño que ambas familias desde el primer día se han profesado, incluso fuimos vecinos cuando se alojaban en casa de Leonoreta.

Gabriel Rodríguez, conocido como "Gabrielo" era pescador que trabajaba para "El Polit" en la barca del Grau -para unos el inventor de la Fideuá- y Juan Bautista Pascual, conocido como "Zábalo", era por aquel entonces un jovenzuelo que ayudaba en las tareas de la marinería de dicha barca de pesca -para otros este era el pretendido inventor a la edad de 10 años ¡! pues había nacido en el 1915 y cuentan que la guisó en el 25, algo que es inviable-. Mi madre aún recuerda con una gran sonrisa aquella tarde en la que mi yayo estaba esperando la entrada de la barca del Polit -com tots el díes-, les lanzó un chulesco "si veniu vos convide a una caçalla!" y ni cortos ni perezosos se tiraron los pescadores al agua y cruzaron a nado hasta la orilla de Casa Barrina.

Barrina al cien por cien
"Els alcoyáns", revitalizados a consecuencia de la Guerra Civil, de la II Guerra Mundial, del Tren Inglés, establecieron en Gandía su esparcimiento estival y ocupaban muchas de las casas del pequeño pueblo que era el Grau de Gandía, un alcoyá contactaba con el propietario de la vivienda y luego "aparexíen 15 ó 20" a ocuparla, los graueros se asustaban pero cuando veían el fajo de billetes se les abrían los ojos a todos, pues era dinero por los alquileres, dinero por la comida, dinero en los bares.... Los alcoyanos decían por aquel entonces que les convenía que hubiesen guerras porque así las máquinas no paraban de fabricar, ya que las mantas hacia las zonas en conflicto no cesaban de exportarse para los militares y la población civil; traían un olor peculiar en sus ropas, fruto del mal acondicionamiento de las industrias.

Y aquí lo dejamos para hacer un impás, luego retomaremos la cuestión en este punto en donde la hemos dejado.

la primera turista danesa
Como ya referí, la Playa de Gandía con el auge del tren inglés y de los mercantes extranjeros se había convertido en un Puerto internacional, los daneses se hospedaban en Casa Barrina y los alcoyanos se montaban sus tiendas de campaña en la arena para pasar unos días de veraneo, el Grao bullía.

En Casa Barrina se juntaban todos los días a comer empresarios de Gandía y empresarios de Alcoy, los unos y los otros pasaban sus horas en torno a la mesa servida por los Barrina (Batiste y Juanito) y guisada por María con la ayuda de Rosarito, allí se hacían negocios, se jugaba al Truc, se bebía y se disfrutaba; durante la Guerra Civil allí comían el rancho los milicianos, antes y después allí hacían el relevo los Carabineros, era punto de partida para los Jesuitas Tercerones... y allí se instaló también la parada de "La Marina Gandiense", el autobús que unía la Ciudad con el Puerto y la Playa.

Rosario Climent y María Martínez, "Barrina"
Un día estaban allí reunidos para la comida varios próceres alcoyanos y los empresarios gandienses Eudaldo, a quien le gustaba guisar y que siempre entraba en la cocina para decir "María, qué fém huí pera dinar?"Serra"el de la timbraora" también estaba allí, así como su vecino de chalet, el ilicitano al que conocían como "Franco", un hombre diminuto vinculado a la dirección del Club de Fútbol Elche y de los alcoyanos, por reseñar alguno, se encontraba "El Rochet", Pepico "Coloma" -suegro de Alfredo Alberola, el fundador de "Aceitunas La Española", Camilo Llorca y Joaquín Petit, corría el año 48 aproximadamente, mi quinceañera madre estaba en la cocina con su madre, Eudaldo se levantó de la mesa del comedor .... y se adentró en la cocina para proponerle a mi yaya "María, que fém huí pera dinar? fes algo diferent, tírali fidéus al caldo del peix, el pareix be?" y a mi abuela, que le faltaba poco para aceptar un reto, una broma o experimentar en la cocina -porque entonces sí que había cocina de autor, aunque algún resabiado diga que no- fue y le contestó que sí, ahí se comió la primera Fideuà, esa fue la primera Fideuá por la que alguien pagó, la luego famosa y buscada Fideuá gandiense de Casa Barrina, que degustaron tanto gente sencilla y de escasos recursos como Presidents de la Generalitat y políticos, turistas españoles y extranjeros, una propuesta que juntaba a alcoyanos y gandienses, llevada a cabo por una rotovense, justo cuando -como me cuenta mi madre- el CF Elche estaba siendo un equipo que rompía esquemas y se situaba entre los mejores.

Poco tiempo después aparecía, como tantas otras veces, Gabrielo por Casa Barrina pero en esta ocasión lo hacía "con un encargo del patrón" y así lo recuerda mi madre muy bien, pues allí estaba presente ella cuando Gabrielo le preguntó a mi yaya "María, com fas la fideuá?" y mi yaya con toda la naturalidad del mundo se lo contó, ya estaba el Hotel Bayrén en marcha, el proyecto trazado y levantados los cimientos, nos adentramos así en los años 50, hemos avanzado un poco en el tiempo, mis abuelos rondaban los 50 años, mi tío Juanito y mi madre habían dejado entre pucheros y copas la adolescencia, Zábalo tenia poco más de 30 años y Gabrielo ya era hombre mayor.

Hotel Europa, Boda de Rosario Barrina y Victor Rosquilla
LLegado el año 1960 el Práctico del Puerto, conocido como "Llamosí", oriundo del Cabanyal de Valencia, construyó e inauguraba el "Hotel Europa" en la carretera de acceso al Puerto (hoy calle Levante) coronándolo con una imagen del Sagrado Corazón de Jesús que miraba hacia Cullera, para la cocina contrató a un manchego muy buen cocinero que, a su vez, trajo para servir mesas a jóvenes mujeres de su tierra, esto originó un gran escándalo pues aquí el servicio de Bar y Mesas era exclusivo de hombres y las mujeres de la Cocina no salían, estaba muy pero que muy mal visto; este cocinero pasó a ser unos años después el cocinero que tuvo el Club Nautico de Gandía -en el que duró bien poco- al abrirse el restaurante de este, no inventó nada.

en el "Mirador" de Benidorm
El Hotel Bayrén se nutría de temporeros, camareros que acudían por temporada y que, en su mayoría, eran contratados puntualmente para "hacer extras", venían del Cabanyal de Valencia, de tierras castellanas, de la montaña... algunos de estos "forasters", con el tiempo, se asentaron en el Grau e incluso hicieron "carrera" en el Hotel, otros pasaron a formar parte de otros establecimientos hosteleros de la incipiente playa que se abría al turismo nacional e internacional con mayores recursos; me relata mi madre la visita de mi yayo con otros empresarios gandienses a la Benidorm que el Alcalde Pedro Zaragoza Orts en 1956 estaba levantando, cuando aquí nuestros políticos seguían en la inopia.

Batiste Barrina, que tenía ojo clínico para los negocios, se desplazó a Benidorm con el Constructor Sancho y el Arquitecto Beltrán para ver cómo se proyectaba la nueva ciudad. Aquí, con la Playa en esta época de Barrina, crecían por entre dunas el Bar Rancho Grande (hoy calle Atlántic con Cibeles), los Apartamentos Estrella del Mar (hoy calle Mare Nostrum con Avd. de la Pau) y los Apartamentos Biarritz (hoy calle Atlántic con Alcoy), justo en este lugar se escondía mi madre y la gente de la playa cuando bombardeaban, entonces era la caseta de los padres de Matilde Gregori "filla de Toni Cullerenc" y luego se convertiría en alojamiento y restaurante. El perro nuestro, Tarzán, enloquecía cuando los bombarderos salían de Mallorca dirección al Grao cargados con "les bombes de segó". Lo cierto es que siempre atacaban al Puerto y el Grau y de hecho, en casa de mis abuelos paternos, en la de los de Picornell y las casas vecinas cayeron varias bombas, pero en casa de mis abuelos maternos y las vecinas casas de la playa se libraron del asedio al Puerto, pero no del miedo.

Victor "Rosquilla", Batiste Barrina, Juan "Barrina", Palmer
Recuerda mi madre la reunión de mi yayo Barrina junto con mi tío Juanito y mi padre y el político gandiense Palmer en el famoso Restaurante "La Pepica" de Valencia.


Con esto hemos hecho un recorrido por nuestra Historia que abarca desde el Sexenio Democrático, bajo el reinado de Amadeo de Saboya, hasta la actualidad. Hemos visto crecer el Puerto de Gandía, de colonia inglesa pasar a territorio español, construirse la Playa de Gandía "per els alcoyáns cuan els de Gandía minchaben el abaecho que secaven", convertirse en la playa de los madrileños a la que venía la Casa Real, transformarse nuestra Ciudad, descubrir a ciudadanos anónimos y anécdotas familiares con un hilo conductor: "La Fideuá". No importa tanto lo que unos u otros puedan decir, los intereses político-económicos o político-familiares, en este relato basado en largas horas de escuchar atentamente a mi ya octagenaria madre, de preguntarle una y otra vez sobre la misma cuestión, de inquirirle por activa y por pasiva, de recurrir a contrastar la información en internet, al extenso archivo gráfico familiar, a infinidad de documentos escritos propios y ajenos, de recurrir a mi memoria sobre lo que mi abuela me contaba, cuantas historias perdidas por no tener un ordenador ni internet (ah! que no existían cuando yo era pequeño en esta España)... sirva para homenajear a quienes forman parte de nuestro plato gandiense sin ostentar medallas, ni varas de mando, ni cucuruchos cocineros, por estas mujeres que han sufrido calores entre fogones, calladas, ágiles, trabajadoras, siempre con una sonrisa.

Para concluir...
La verdadera RECETA de la FIDEUÁ
Así es y no de otra manera:

Para 4 personas:
> para hacer el caldo (bollir)
· medio kilo de "pescado de roca" y de "morralla" (mig kilo de peix de bollir)
· una cebolla (una seba)
· una hoja de laurel (una fulla de llorer)
· un chorro de aceite de oliva (un chorrotaeta d' oli)
- Se pone todo a hervir en un litro y medio de agua durante 15 minutos a partir de la ebullición (tot en litro i mig d' agüia 15 minuts i sempre contant de cuand vull).

> para hacer el sofrito (sofregir)
· una o dos sepias muy troceadas (una o dos sepies a troçets menudets)
· un tomate (una tomaca)
· una cebolla (una seba)
· una hoja de laurel (una fulla de llorer)
· tres medidas de aceite de oliva (tres michetes d' oli)
- Se pone a freir todo.
- una vez está casi hecho el sofrito se añade dos gambas y dos cigalas por persona, sofriéndose todo junto un poquito, se sacan enseguida las gambas y cigalas -dejándolas apartadas- y se echa al sofrito pimentón rojo, se remueve un segundo, y se vierte el caldo de inmediato para que no se queme el pimentón. (una vegá está el sofregit, fiquém dos gambes i dos cigales per cada ú, sofretgim un poquet, traguém correguent el marisc i li tirém em pebreroig)

> fideuá

· al sofrito con el pimiento rojo y sin el marisco le hemos añadido el caldo del pescado hirviendo (al sofregit en el pebreroig li posém el caldo)
· una vez levanta de nuevo el hervor el caldo con el sofrito: añadimos unos 350 gramos de los fideos del número 8 curvos y con agujero en medio, añadimos también el azafrán, (cuand vull fiquém cuarta i mitja de fideus del huit i el safrà)
· una vez espolvoreado el azafrán añadimos y distribuimos por la paella sobre los fideos unos mejillones y unas "almejas de carril" (no poner "cocochas") y lo dejamos guisar durante quince o veinte minutos, hasta que se queden sin caldo. (li possarém uns musclos o clóchines netes, unes atmetlles de carril qu'es facen en la caloreta i ho deixém quinze o vint minuts hasta qu' els fideus es queden sequets)

> presentación:
· una vez terminado de cocinar, colocamos el marisco distribuido sobre la fideuá en su paella (el marisc el repartim per damunt i a la taula).

BON PROFIT!

Y no olvidemos que la historia con minúscula podemos contarlo como queramos, disfrazarla y montarla a gusto de estómagos agradecidos y voceros de "la bien pagá", pero la Historia con mayúscula es como la Verdad con mayúscula: siempre acaba floreciendo y viendo la luz. El Alcalde de Gandía D. Miguel Pérez, Médico de la piel, reconoció y publicó en prensa que Barrina había sido el pionero de la Playa de Gandía y que en Casa Barrina no solo se alojaban los primeros turistas y se comían las mejores paellas, sino que si se herían o ahogaban en la playa, era en Casa Barrina donde se curaban y utilizaban manteles y sábanas para cobijarlos o taparlos si habían fenecido. Con las mareas, las mujeres de los marineros acudían a la sombra de Casa Barrina por la noche esperando recibir a sus hijos y maridos en Casa Barrina, atendidos de gratis por mis yayos que pasaban las noches en vela con ellas (café, alimentos, lo que necesitasen). Así fuimos y así seguimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario